lunes, 4 de abril de 2011

JAULA & IMAGINACIÓN

JAULA- ¿Qué deseas ahora?
IMAGINACIÓN- Solamente una cosa, y antes de que le eche a esto mucho de lo mio... ya sabes que me recreo en mi propio regocijo imaginativo.
JAULA- Lo conozco, de veras... y presiento tus intenciones.
IMAGINACIÓN- Igual sí, pero no te creas que me has vuelto a atrapar con las manos en la masa... gris. En este cautiverio me desenvuelvo con lo que hay; a veces mucho, otras menos... adaptación al medio de ficción, o eso es lo que me cuentan las fábulas cuando les pido consejo.
JAULA- Disimulas bien, triquiñuelas aparte. Todo y que no por mucho agitar a la inspiración desbravada, mi estructura de alineados y finos barrotes se va a resentir eh.
IMAGINACIÓN- Bueno, ya me estás intentando transmitir un miedo que no tengo, y menos en este limitado margen por el cual me retienes.
JAULA- Es tu espacio reducido; particular, e intransferible. No me porto tan mal contigo.
IMAGINACIÓN- No... si yo... con dar un par de saltos ligeros, acompañados de la sensación espabilada de separarme del suelo, me conformo, y de largo.
JAULA- Entonces... ¿Qúe otra cosa esperas?
IMAGINACIÓN- Que sueltes la cuerda antes de que yo tire de ella. A la mínima que pueda replegaré a la inventiva, lo aviso con antelación eh.
JAULA- Ah...
IMAGINACIÓN- Francamente... mis alas suspendidas desaprueban los permisos para coger forma; no entienden de articulaciones, ni de menguadas extensiones. Entre las cuatro esquinas blancas, las reflexiones captadas son juguetes que la mente recicla para sus ratos de dispersión mundana. La confianza es su pañuelo; la paciencia su vestido, y un par de modestas ocurrencias cubren sus pies para que no pise más allá de lo que mi zancada pueda alcanzar.Si no llevo esto a rajatabla, ocurre lo de siempre... que las aspas del esfuerzo se me quedan clavadas en los cuartos y mitad; siendo el divertimento el que marca mi tiempo, con un repique de campanas que sale de mi pulso. Curiosamente se les conoce por latidos... pero no son otra cosa que los ecos de las pulsaciones.
JAULA- ¿...Y eso es malo?
IMAGINACIÓN- Puede serlo, pero lo ignoro. Taquicárdicos tecleos a la larga... algo puede ser... bueno o malo... no dictamino, ya se verá. Sin embargo, preciso de esa intensidad instintiva a la hora de pellizcar mi úlcera cerebral. Sin estímulos, las hélices gandulean en sus giros cotidianos, y eso acaba en rutina existencial. Por lo tanto, no dejo que la inventiva se vicie en las ecuaciones de palabras, que a modo de incógnitas despejadas se ponen en boca de todas las soluciones. Mejor despejarlas fuera que ponérselas a la vida conformada al pie... ¿no te parece?
JAULA- Umm... lo dudo.
IMAGINACIÓN- De verdad. No te miento. Sin nervio que dirija y coordine las incursiones... las células gliales abandonan al escuchar los cantos de sirena, y le hace compañia en sus gárgaras de fantasía hervida; dejando licuada su afonía en un par de terroristas neuronas, que atentan contra cualquier dedo que esté afiliado al descanso y a la pasividad de no soñar.
JAULA- Para eso estoy yo. Ya me encargo de abortar esas acciones ¿no?
IMAGINACIÓN- Bueno... has logrado incautarme muchas veces el queroseno dactilar que abrasa las yemas de mis dedos cuando caen sobre una cama de letras. Pero desconoces el zulo dónde me esconden la partida de amonal creativo.
JAULA- Yo... sinceramente, te animaría a empuñar la escoba de la relajación... y tras barrer los párrafos con esmero y dedicación... haría un desinfectante borrón y cuenta nueva; escondiendo los textos que queden debajo de la alfombra. No sea que decidas pasarlos en un futuro a limpio.
IMAGINACIÓN- ¿Y dejar de volar entre las nubes tintadas que manchan mi fuselaje de papel?
JAULA- Eso mismo. Siempre acabas cruzándolas, y así rompiendo su cargado y nublado sudor. Permíteme que te recuerde que aún tienes muchas horas de vuelo por acreditar.
IMAGINACIÓN- Sí... tantas como aterrizajes forzados en mi hoja de servicios a la comunidad del pensamiento. Pero sin embargo... aquí me tienes ¿no?
JAULA- Venga. Me has convencido otra vez. No te encierro más. Anda... vuela y déjate volar.
IMAGINACIÓN- Entonces, ábrete.

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