domingo, 10 de abril de 2011

LENGUA & LABIOS

LENGUA- Buenas noches.
LABIOS- Ya hemos notado que te has despertado eh.
LENGUA- Sí, y en vuestro desapego me he permitido unos fregados horizontales. Así de paso, os dejo algo de brillo, que falta os hacía.
LABIOS- Descansábamos de unas flojas sonrisas. Ahora que cuentan por ahí que escasean, no procede el ir derrochándolas alegremente entre el mentón y las mejillas. Únicamente hacemos estiramientos, pero sin forzar, que a la mínima molestia nos lesionamos. Las sobrecargas de las de compromiso y "bienquedas"... han dejado nuestra musculatura resentida. Y ahora básicamente, las hemos relegado a la suplencia en nuestra ensanchada expresión; salen a jugar si no queda otro remedio, pero vamos... que igual les retiramos el dorsal haciéndoles un homenaje y todo.
LENGUA- ¿No será que os ha cosido la sinceridad con su aguja afilada y de pespunte visceral?
LABIOS- Tal vez... puede. Por eso nos sientan que ni pintadas tus capas de saliva. Y además, nos disimulan las grietas de inexpresividad.
LENGUA- Bueno es saberlo.
LABIOS- Que nos dejas satinados de exquisito cianuro ya lo sabes, que no te quepa la más viperina duda.
LENGUA- Me suelo mover en esos compases, y lo que el silencio ha unido... que no lo separe una pregunta a destiempo. Que de vocalizaciones claustrofóbicas que migran cambiando de tono están los oídos llenos.
LABIOS- ... A no ser que el agobio nos críe, y con nuestra anárquica actitud nos juntemos.
LENGUA- No... miradme a mi... no aprendo del todo nunca a estar quieta. Hasta el día que una decapitación dental me corte de cuajo. A estas alturas pierdo la cuenta de los mordiscos y muescas si me miro y las contabilizo. Y ya lo dice el refranero locuaz... "Tanto va la sinhueso al mordisco que..."
LABIOS- Mucho pico y pocas nueces. Que luego eres inofensiva.
LENGUA- Sí, es cierto. Porque más de una vez me muerdo y trago mi mala sangre; una imprudencia muy prudente.
LABIOS- No te apures. Tenemos parientes labiales expertos en la falsificación; el beso de Judas... técnica de doble ejecución.
LENGUA- Pero de esos no gastáis vosotros ¿no?
LABIOS- No hemos llegado a la nota; ensayando en ese coro siempre desafinamos. Por lo cual la expulsión liberadora está bien justificada.
LENGUA- Vaya...
LABIOS- Somos más simples. Nosotros no sabemos de servilletas tejidas con el hilo del egoísmo, no... si nos damos de morros en el barro, nos basta con un poco de agua corriente y la palma de la mano para despejarnos.
LENGUA- Pero en lo que al gesto de besar se refiere hay un extenso surtido, por lo que he podido observar ¿no?
LABIOS- Correcto, y nosotros por ser uno de tantos millones de distribuidores de tan variada gama, te lo confirmamos.
LENGUA- Es que fijaos en las diversas reacciones y sensaciones que llevan consigo.
LABIOS- Pues... desde sensaciones dulces y saladas... hasta insípidas y agrias. Ya que no es lo mismo, aunque sea igual, el de bienvenida que el del adiós; el espontáneo del estudiado, etc... etc.
LENGUA- Me parece una actividad interesante la vuestra, y poco rutinaria.
LABIOS- Definámoslo mejor de oficio; no remunerado, altruista, y de agradecida elaboración en la mayoría de los casos. Pero para empaparte más del tema, mejor que llames a los besos un día, y que te pongan al corriente de su ser y estar.
LENGUA- Pero hay tantos...
LABIOS-  Por supuesto. Te sugerimos a los del cariño y los del amor. Viven juntos muchas veces, pero no son iguales. Aunque se engañen mutuamente de manera consciente. Nosotros presentamos oralmente hasta una tesis labial del tema en cuestión.
LENGUA- ¿Y si tenemos algo que ver nosotros en eso? ¿No dicen que el roce hace el cariño?
LABIOS- No lo creemos. También se comenta muchas veces eso de que el amor es ciego... y simplemente puede que mire hacia otro lado, según le convenga.
LENGUA- Vale, os haré caso... un día, o noche mejor... me descuelgo y marco sus números.
LABIOS- Insiste eh, que siempre están comunicando.
LENGUA- ¿Y porqué no los llamáis vosotros?... hay más confianza.
LABIOS- ¿Nosotros?
LENGUA- Sí.
LABIOS-  No. No nos quedamos ya boquiabiertos. Y quizás nos corten... la llamada.
LENGUA- ¿Y si no fuese así?
LABIOS- ¡Venga va!... punto en boca.

1 comentario:

Xosé Manuel Fdez dijo...

Lo que el silencio ha unido que no lo separe una pregunta a destiempo...

Parabéns pola reflexión!! Esta é unha das frases que máis me gostou!!