miércoles, 16 de marzo de 2011

AGUA & FUEGO

AGUA- ¿Querías algo?
FUEGO- Simplemente era para saber si te vas a acercar.
AGUA- Buena pregunta la tuya, con esa sincera curiosidad que te acompaña a todas horas.
FUEGO- Respóndeme ¿no?
AGUA- Claro. Desconozco mi desembocadura, que te quede claro. Por lo tanto de poco te sirvo... no soy dueña de mi arrastre.
FUEGO- Sabrás por lo menos por dónde andas ahora.
AGUA- Ni eso. Sobran los comentarios sobre mi constante cambio de tercio.
FUEGO- Ya...
AGUA- Igual me dejo seducir por los saltos suspendidos de las cataratas, que avanzo envalentonada bajo la guiada ruta que me marcan los brazos de cada una de las dos orillas. Y es que...
FUEGO- ... Sigue.
AGUA- Nada... eso, que ocupo mi lugar en el cauce cuando se presenta así el viaje; llevándome conmigo a los pesos flotantes que aparecen a mi paso; con la ligereza ajena que me marca el compás impulsivo de las corrientes y sus diversos ritmos.
FUEGO-  Y algo más...
AGUA- Por descontado que sé lo que quieres decir... y sí, no indulto de la limadura de rigor y su suave redondez a cualquier piedra,cubriéndola fugazmente con mi escurridizo arrumaco.
FUEGO- No se puede percibir, por mucho que lo quieras dejar ver, un mínimo rastro de quejica acción involuntaria.
AGUA- No, ni mucho menos. Hay transcursos que gotean más incómodas asignaturas.
FUEGO- ¿Por ejemplo?
AGUA- Las circulación subterránea por serpenteantes arterias de plomo,cobre, y p.v.c.
FUEGO- Por citar algunas.
AGUA- Bueno, sí. Por no hablar del tortuoso y deslizado paso por el estrecho residual de cualquier ciudad.
FUEGO- De eso, al chorro claro y limpio... sólo existe una mano de por medio, y un grifo que se abra.
AGUA- Claro, lo dices porque no sabes lo pringosa que es la química desengrasante con la que debo dejar cuberterías brillantes. Nos suelen mezclar para ser más efectivas, entra dentro de la subcontrata higiénica.
FUEGO- Sabes qué...
AGUA- Díme.
FUEGO- Me ha venido a la memoria, y no me preguntes porqué eh... lo curioso que se hace a la vista tu cambio de forma en los diferentes estados.
AGUA- ¿Curioso el dejarme de hielo con el frío extremo sorteándome en una incesante y cortante gelidez? Te refieres a eso ¿no?.
FUEGO- Afirmativo.
AGUA- No es agradable. Pero a estas alturas no sé si el deshacerse en los elogios del bochornoso calor es lo más adecuado.
FUEGO- Esa consistencia perdida... le sacas como nadie los colores al positivismo, para pasado un tiempo moverte en tu primaria naturalidad.
AGUA- Me adeudan muchas litros, producto de las sequías en las que jamás naufragan. Pero me da igual al gusto que llueva, mientras me surta con hectolitros de insípida sed mineralizada... me sobran desiertos sin manantiales.
FUEGO- Ya nos dijo el volcán que algún día volveríamos a ser lava. Y entonces la vamos a montar buena.
AGUA- Yo con seguir haciendo de cada bache un charco me conformo.
FUEGO- Y de la tierra un barrizal.
AGUA- No hables mucho... que tus besos intensivos acaban fundiendo metales.
FUEGO- La inerte suavidad de los tuyos los oxida, que no sé yo qué es más conveniente para su aspecto.
AGUA- Te percibo con una irónica chispa hoy que no veas.
FUEGO- Bueno... ya me tocará batallar, y volverme más inofensivo cuando me tope con las pinturas ignífugas que me bajan los humos y me privan de alimento.
AGUA- Uf... si yo te contara del salitre. Mejor dejarme correr, que gano en potabilidad. Algo similar a lo de escaldar la piel y esconder la llaga que me contaste hace tiempo.
FUEGO- Sigue tu curso... no hagas mucho caso.
AGUA- Mientras las buenas intenciones no se queden estancadas por un lado, y se extingan por otro.
FUEGO- ... Llama.
AGUA- No lo digas muy alto, que no te oiga el viento, que seguro que sopla y la apaga.
FUEGO- Es cierto. Pero a ti te volverá marejada, no estás exenta de su bufido tampoco.
AGUA- No. Venga... hasta otra quemadura.
FUEGO- Prendida está.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chapeau!! Fluye como el agua para apagar nuestra sed en llamas con mas letrastadas, gerunder!!!!