miércoles, 10 de noviembre de 2010

AMNESIA & MEMORIA

MEMORIA - ...
AMNESIA - Hola, sabes quién soy ¿no?.
M - Bueno... a vaya una le has ido a preguntar. ¿Qué tal?... ¿Cómo va la vida?.
A - Bien, ahora mismo atravesando un banco de niebla tras pagar en el peaje de tu autopista.
M - Ah...
A - No recuerdo la última vez que nos vimos, pero debe haber pasado ya un tiempo ¿no?.
M - Algo, algo sí que ha pasado. Confío en que no te estés haciendo "La Sueca" como siempre, para     ponerme a prueba.
A - No, descuida... que no me la hago. ¿El trabajo bien...?.
M - No me quejo, sacrificando neuronas cual matarife de ideas inquietas, qué te voy a contar que tú no te acuerdes.
A - No sé, pero me lo imagino.
M - Lo de siempre, hincando codos a cada rato libre. Me cuelo sin pase en la biblioteca de los nombres, gestos, y palabras... archivo seres y cosas en la libreta de siempre... pese a que me dicen con demasiada frecuencia que vaya con ojo, que un día de estos puede resultar todo una bomba de neutrones impetuosos que repartan añicos de muchos "No me olvides" por ahí. Pero con el descanso que le compro al sueño ya tengo suficiente. Al cabo de una horas ya noto otra vez a la energía dando cabezazos en la puerta legañosa.
A - Pero entonces... ¡No te quejes!, que algo descansas. Lo tuyo va a ser más de vicio, creo yo...
M - Ya te he dicho que sí, pero sólo en el momento justo que le cedo los sentidos a Morfeo. Lo malo es que en ocasiones se deja mis tomas de aliento oxigenado olvidadas por ahí. Sobretodo en las callejuelas de los adoquines insomnes. Por esa razón, a la mañana siguiente tengo ráfagas de vislumbres olvidados, de esos que faenan sonámbulos y a contracorriente en el océano del sueño.
A - ¿Y no podrían ser pesadillas?.
M . No creo, pero tampoco lo sé con seguridad. Siempre he sido fácil de hipnotizar en cualquiera de las ensoñaciones, y de sus fases transitorias.
A - Algo parecido me ocurre a mí. Pero yo diría que conscientemente. En los momentos que tengo amagos de chispa creciente... se transforma toda lucidez en cuarto menguante, hasta eclipsar las pocas luces que iluminan a mi capacidad de asimilar. Antes de que se me pase... ¿Tus hermanas...?.
M - Bien, cada una con su vida. "Retentiva" no para.
A - Seguirá igual de impaciente y atenta ¿no?... me la veo, con lo mal que nos llevábamos en las clases de ejercicios de cálculo.
M- Ya sabes que es muy nerviosa. Pero se excusa en que a ella se lo dan todo masticado. Por eso tiene aún una dentadura sin un lapsus picado. En cambio a mí... la que me preocupa es "Fugaz". Siempre está sondeando los pozos secos, y claro... se le va muchas veces el llanto al cielo. Y para colmo, a la que tiene algo de tiempo libre y está despejada, se dedica a pasar largos ratos con los peces. Que cada vez tienen menos capacidad que ella para apretar el gatillo de los minutos suprimidos. En dos segundos está fijada la marca a batir. Así que... al paso que va, no sería de extrañar verla en breve compartiendo lóbulo contigo.
A - No creo. Ya sabes que voy muy a la mía... además, ahora estoy pagando un elevado alquiler de reminiscencias.
M - ¿De veras?... y yo que pensaba que era de renta baja. Porque me parece haber oído que sólo pagabas si estabas de paso, y de modo simbólico.
A - Pues no, lo mío es un derroche de remembranzas cada mes por habitar en tu edificio. Espero que lo tengas en cuenta cuando revises el contrato con el administrador de los momentos imborrables.
M - Uf... vaya uno. Entre él, y la conciencia no paran de darme cheques en blanco para que me olvide de todos sus errores. Y no contentos con eso, hasta me han ofrecido cantidades de dinero negro elevadas, con tal de que les ceda los derechos de mis pensamientos, venden sus auto exámenes si hace falta a terceros.
A - Pues a mí no me costaría nada venderlos. No sería tampoco la primera vez que hago trueques con algún remordimiento. Total, sé que no me voy a acordar pasado un rato.
M - Tengo que dejarte "Amnesia". Voy a ver si como algo, que veo que la palidez se acentúa ya en mi rostro. Y no me gustaría quedarme hoy precisamente en blanco.
A - Pues entonces, hasta otra. Espero que no te cuelgues mucho eh...
M - Muchos recuerdos a todo el mundo de mi parte.
A - Vale, cuando te quedes trabada, ya sabes... aquí está tu amiga de pupitre "Amnesia" para ayudarte a no rememorar nada... Mándame una perdida...
M - Vale, no hace falta que me nombres dos veces... y paso de tomar nota._

2 comentarios:

papasmoscas dijo...

Medicina pa chavetas inquietas...

Mari Carmen Díaz dijo...

Y ésta sorpresa!!??
Vaya proceso lento y complicado(A y M)cuyo resultado suele venir dado por la propia experiencia cotidiana.